Nos acercamos por un camino hermoso de vistas magníficas sobre la costa de las Calmas hasta la Ermita de la Virgen de los Reyes, donde entramos y sentimos el impulso de des.hacer los amargos idolos.
La quietud profunda abrió paso a una renovada energía fresca, ligera, fuimos tocados por el Espíritu Santo y al salir la luz del sol nos acompañó balanceada por una suave brisa.
Honramos a nuestros ancestros de nuevo, los miramos con renovada mirada libres, nos vimos a nosotros mismos sintiendo la Quietud del Cielo envolviendo nuestros corazónes y nos dirigimos a los coches, cuando unas hermanas bellas nos preguntaron por nuestro propósito allí, y acabaron ofrendándonos su Amor en forma de unas uvas sabrosísimas.
Familias que se encuentra, Venezuela, las islas , la Unión que no puede ser trastocada por nada se manifiesta , risas, encuentro santo, re.conocimiento y Celebración.
De allí al Sabinar, y bajo la sabina una comida alegre, para ir luego a dejarnos tocar por la tierra, tumbad@s sobre ella sentimos la vibración de la Vida, libre, sin identificaciones, tal cual, y el atardecer nos envolvío en medio de nuestra Fiesta de risas y bailes, de juegos e inocencia, experimentando la Paz de Dios.
Y Siendo Oración Viva nos volvimos, nadie podría notar nada extraño mirandonos con los ojos físicos, y sin embargo algo ha cambiado profundamente, y ha tomado la rienda. El éxito de la jornada es un hecho.
Bienvenid@s a Casa