La ciudad de Bilbao nos recibió en este viaje relámpago de forma abierta, europea, luminosa e irreconocible para quienes teníamos imagenes anteriores. Hacía ocho años que no la visitaba, y aunque nací en Bilbao y conozco muchas de sus etapas, habría sido complejo imaginarme una transformación tan radical en esta ciudad.
Donde estuvo la osburidad resultado de la industria hay fachadas hermosas , limpias y donde no había nada hay parques, palmeras, paseos modernos, puentes de arquitectura cuidada.
Mezclados entre los edificios antiguos y la arquitectura moderna exquisitamente fundidos pasea la gente llenando todo de color y vida.
Es esta una ciudad que nos sorprendió , nos cobijó y ofreció una mirada abierta a un sueño feliz en el que las ciudades sean reflejos de los cambios internos de mentalidad a los que nos hemos entregado con entusiasmo los practicantes de los principios de Un Curso de Milagros
Gracias a Bilbao y a los bilbainos y bilbainas que nos mimaron y bendiciones para tod@s
