jueves, 18 de agosto de 2011

Amor sin condiciones



Del libro de Paul Ferrini, El evangelio según Jesús

Quien ama sin condiciones no pone límites a su libertad ni a la de los demás. Has aprendido amor condicionado de personas cuyo amor por ti estaba teñido por su culpabilidad y su miedo. Esos han sido tus modelos. No tienes que sentir vergüenza de ello. Más bien, tienes que ser consciente de que esto es un hecho.

Desde que eras un niño, el condicionamiento te enseño a valorate tan sólo cuando la gente respondía positivamente a ti. Aprendiste que tu valía se establecía desde fuera de ti. Ese error fundamental se ha perpetuado a lo largo de tu vida.

La experiencia de tus padres no fue diferente de la tuya. Y es posible que la experiencia de tus hijos también sea similar. Todos tenéis que curaros de las mismas heridas. Todas las violaciones y abusos deben ser llevados a la conciencia y las emociones asociadas con ellos deben ser liberadas. Así es como todos los seres heridos pasan de la experiencia del amor condicionado a la experiencia del amor sin condiciones.

En el proceso de curación, puedes aprender a darte el amor incondicional que nunca recibiste de tus padres biológicos. así, la Fuente de Amor que está dentro de ti toma el lugar de tus padres, sustituyendo a las figuras de autoridad.

Dar amor al niño herido que llevamos dentro empieza a inivertir la creencia de que nuestra valía debe basarse en cómo nos responden los demás. Lentamente vas re aprendiendo a valorarte tal y como eres, aquí y ahora, sin condiciones.

Nadie más puede hacer esto por ti. La gente puede ayudarte y animarte, pero nadie puede enseñarte a amarte a ti mismo. Ese es el trabajo de cada alma individual.

Cada alma viene a la existencia física con la intencion de abordar estos problemas de autovaloración. No obstante, es una etapa muy temprana del viaje del alma se establecen condicionamientos sobre su capacidad natural de amar y de incluir a los demás en su experiencia.

Es esencial invertir estos condicionamientos. Si el ama abandona el mundo físico creyendo que es vícitma de su experiencia aquí, volverá a ser atraída a este lugar para desaprender esa creencia. Por otra parte, si el alma despierta la verdad de que su valía no depende de nada ni de nadie externo a su mente o experiencia, se establecerá en la Fuente del Amor y despertará del sueño de abuso.

Despertar del abuso significa rechazar la falsa creencia de que tal y como eres no eres digno de amor, y aprender a llevar amor a las partes de ti que no se sienten amadas o se creen indignas. Al hacerlo, atraerás a tu vida a otras personas capaces de amarte incondicionalmente.

Tu intento de encontrar amor fuera de ti siempre fracasa porque no puedes recibir de otro algo que no te has dado a ti mismo. Cuando no teniegas el amor atraes a tu vida a otras personas que actúan igual,.

La experiencia del amor incondicional comienza en tu corazón, no en el de otra persona. No hagas que tu capacidad de amarte a ti mismo esté condicionada por la capacidad que alguna otra persona tenga de amarte. No pongas tu fe en las condiciones que rodean al amor ni en la forma en que este se presenta.

Porque estas son impermamentes y están sujetas a las visicitudes de la vida cotidiana.

El amor real no cambia. Su existencia es independiente de la forma por medio de la cual se expresa. La Fuente de este Amor eterno, omnipresente y sin forma está dentro de ti. Ahí es donde debes poner tu fe, porque este Amor es más cierto que cualquier otra cosa que puedas llegar a conocer. Una vez que esté firmemente establecido en el corazón, nunca necesitarás buscar la felicidad fuera de ti.

Las personas entrarán y saldrán de tu vida. Algunas personas te tratarán bien, otros te tratarán cruelmente. Tu aceptarás el amor que se te ofrezca y verás la falta de amor tal y como es; una llamada de ayuda de la persona que te está hiriendo. Animarás a otros a encontrar la Fuente del Amor en su interior, tal y como hiciste tú, sabiendo perfectamente que no puedes arreglar sus pequeños problemas. Sólo podrán abordar la tragedia de sus vidas mediente su voluntad de mirar dentro de sus mentes y corazones.

Quien ama incondicionalmente no pone límites a su propia libertad no a la de los demás. No trata de conservar el amor, porque intentar conservarlo es perderlo. El amor es un regalo que tiene que ser dado constantemente tal como pida cada situación. Y quien lo da, siempre sabe cuándo y a quién dar el regalo.

No hay nada complicado con respecto al acto de amor. Sólo se vuelve complicado cuando uno comienza a retenerlo y , entonces, lo que se ofrece deja de ser amor.

Quien ama sin condiciones no ama gradualmente , ni con cláusulas adosadas. No busca a alguien especila a quien amar. Ama a todos los que tiene delante. Cada persona no es más ni menos merecedora de amor que cualquier otra. Este es el tipo de amor que te ofrezco y que te pido que extiendas a otros.

El amor no tima rehenes. No negocia. No está limitado por el miedo. Ciertamente , donde el amor está presente, no puede existir el miedo con su miríada de condicionamientos.

pag. 41 del libro de Paul Ferrini, El evangelio según Jesús, editorial El Grano de Mostaza

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